Entrevista al premiado director, productor, guionista y escritor Juan Cruz
Entrevista a Juan Cruz
La comedia como punto de partida
Juan Cruz lleva más de veinte años dirigiendo, produciendo y escribiendo para que disfrutemos de largometrajes, cortometrajes o programas de televisión. Algunos de esos trabajos cinematográficos han sido premiados en diferentes festivales, como el de Málaga o el de Montreal. También ha escrito relatos y una novela titulada “People from Ibiza”.
Hagamos un repaso…
Juan Cruz Benavente nace en Barcelona, aunque vive y crece en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelonès). Se aproxima al show business desde el teatro aficionado en esa misma ciudad. Ahí coincide por primera vez con Jose Corbacho con quien, años más tarde, dirigirá tres largometrajes. Durante más de una década se dedica al diseño gráfico y a la publicidad. En paralelo escribe y dirige sus dos primeros cortometrajes. El segundo de ellos, protagonizado por Amparo Rivelles, recibe el Premio Europa del Festival Curtficcions. En el año 2000 abandona el diseño gráfico y decide probar suerte en el mundo de la televisión como guionista, integrándose en la productora de Andreu Buenafuente “El Terrat”. Desde entonces, ha escrito y dirigido múltiples programas de televisión.
Ha rodado tres largometrajes, entre ellos “Tapas” (2005), Goya a la Mejor Dirección Novel y Goya a la Mejor Actriz de Reparto para Elvira Mínguez; cortometrajes como “Universos”(2009) o “Domonic” (2015) o la serie para TVE “Pelotas” (2009-2010). Junto a José Corbacho también escribe, a cuatro manos, la novela “People from Ibiza” (2015).
Ha escrito y producido, de la mano de Producciones del Barrio, el cortometraje “La Clau” (2020), dirigido por Elena Trapé, encargo del Ajuntament de L’Hospitalet de Llobregat para acercar a sus majestades los Reyes Magos de Oriente a los niños como consecuencia de las restricciones de la pandemia que imposibilitaban la realización de la tradicional cabalgata.
Juan, pretender resumir tu trayectoria, como indicaba en la introducción, no es nada fácil, por lo que voy a procurar que, en esta entrevista, seas tú mismo quien nos acerque a los trabajos de los que más orgulloso te sientes o sobre los que consideres que hay que poner un foco. Para comenzar: ¿Cómo fueron tus inicios en el entretenimiento y la ficción?
La primera aproximación fue desde el teatro aficionado. Allí conocí a Jose Corbacho, tendríamos diecisiete o dieciocho años. Luego la vida nos llevó por distintos derroteros en lo profesional, que no en lo personal; y años más tarde, coincidimos en un proyecto televisivo llamado “La última noche”, —quizá la primera aproximación en España a algo parecido al Saturday Night Live— que fue un fracaso en términos de audiencia, pero una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido en un medio como la televisión. La experiencia fue tan intensa como divertida.
Más adelante nos propusimos como reto intentar escribir un largo y de ahí surgió “Tapas”. Después llegó “Cobardes” como encargo para darle visibilidad al acoso escolar. Fue un experiencia muy potente trabajar con adolescentes. Potente y agotadora. ¡Qué energía tiene la chavalada! Cobardes, por cierto, se llevó el Premio de la Crítica en el Festival de Málaga.
Durante el rodaje de “Tapas”, Ángel de Andrés nos insistía en que él y “el chino” (el personaje que encarna Alberto Jo Lee en la película) tenían que hacer una serie y es ahí de donde surgen el embrión y los primeros mimbres para darle forma a “Pelotas”, la historia de ese equipo de barrio, modesto, pero orgulloso con algunos tics de grandilocuencia gracias a su aflorentinado presidente: el propio Ángel de Andrés. Una serie en la que experimentamos con una estructura narrativa que hacía que aquellos ochenta minutos, que exigían entonces todas las cadenas a las ficciones, impidiera que se desinflaran las tramas.
Y en el 2015, nos llega el guion de Jaime Bartolomé, “Incidencias”. Cabe decir que aquella primera versión apuntaba más hacía el thriller y fuimos trabajando el guion a seis manos hasta conseguir ese punto de comedia negra que acabó teniendo.
En todo este recorrido hay muchos momentos maravillosos, pero si tengo que elegir uno, me quedó con el aplauso del publico del Festival de Málaga al acabar la proyección de “Tapas”. Fue terriblemente emocionante. Imposible mantener el tipo.
En el ámbito de la ficción, los guiones que has escrito tienen mucho de barrio, de gente común (o estrafalaria, también); mucho humor, mucha ternura… Buscan empatizar y divertir, así como hacernos reflexionar.
En el caso de “Tapas” y la serie “Pelotas” sí hay ese espíritu de cercanía, de gente sencilla, de explicar un poco el entorno en el que hemos crecido Jose y yo. Y esa es un poco la “foto” que se ha quedado por la repercusión que tuvo “Tapas”, aunque luego he escrito guiones que son pura ciencia ficción como “Universos” o “Domonic”; este último con un punto incluso distópico. O “La clau”, que es un cuento infantil puro y duro. También me he acercado a la comedia negra, como sucede en “Incidencias”. Un genero que me fascina y en el que tengo fijado alguno de mis objetivos. En fin, creo que como guionista soy bastante versátil. O sea, nada excepcional porque es algo muy común en el mundo del guion. Disparamos a todo.
Es algo muy común en el mundo del guion: disparamos a todo.
Juan Cruz Benavente
¿Es más difícil dirigir y escribir solo o acompañado?
En mi caso, escribir o dirigir solo o acompañado depende del proyecto o del medio. Escribir o dirigir son también ámbitos y disciplinas muy diferentes. Escribir puedes hacerlo solo, en tu casa y también en compañía en un bar. Los bares es el espacio coworking más frecuentado por los que nos dedicamos a escribir. Que nadie se confunda, allí vamos a poner la oreja. Para mí es fundamental observar qué sucede a mí alrededor para luego transformarlo (bueno… y porque soy un poco chafardero).
Me siento cómodo de ambas maneras. Aunque me resulta más divertido e infinitamente más estimulante hacerlo en compañía. Pero cuando lo haces solo, y de pronto consigues armar en tu cabeza esa parte del puzle que te ayuda a avanzar, la sensación es muy gratificante. Insisto en que también depende del proyecto o del medio. No es lo mismo escribir una ficción que hacerlo para un late-night. Por cierto: las reuniones de guion de los late-night son también una maravillosa escuela porque difícilmente la soberbia se apoderará de ti (tus compañeros te ponen en tu sitio rapidito). Puedes escuchar cosas del tipo “¡¿Quién ha escrito esta mierda?!” mientras te vas hundiendo en tu silla y notas una especie de febrícula mareo, y ganas de salir corriendo.
Y en cuanto a dirigir… pues un poco lo mismo, aunque la dirección siempre comporta compañía, son muchas las disciplinas que convergen en una película o un programa de televisión. Tu labor, como director, es tomar decisiones sobre lo que te propone el equipo, tanto artístico como técnico y canalizarlo todo, cuando diriges en equipo, bajo una sola voz para no crear confusiones en la propia labor de dirección de actores. Y todo eso, lo más rápido posible para no notar el aliento del productor en tu nuca. Y en el caso del cine, llevar hechos los deberes de casa es fundamental. Haber planificado cómo vas a rodar es indispensable porque con todo y con eso, es probable que tengas que hacer cambios sobre la marcha y, como comentaba antes, dar respuesta a tu equipo.
¿Has tenido que trabajar alguna vez por encargo?
En el mundo del audiovisual la excepción es que el proyecto que manejas no sea un encargo. Sobre todo en televisión, donde el formato te viene dado la mayoría de las veces. Es algo, como digo, muy habitual.
Te manejas con excelencia en todos los formatos: cortos, series, largos,… Pero, ¿tienes alguna preferencia?
No sé si con excelencia, sí cada vez con más conocimiento del medio y aquello que comporta la experiencia. Así que mi preferencia pasa ahora por que los recursos consigan que el producto sea algo más que digno. Esto no depende nunca de tu rol como guionista o director, si no de quien pilota la producción, pero tú, como profesional debes intentar que el empaquetado final sea el mejor. A veces se consigue y otras, no. Este es un asunto del que no se habla mucho, se hacen valoraciones sobre lo artístico o lo técnico, pero poco se pone el foco sobre si los recursos se ven en el producto final, sobre el valor de producción, vaya.
La longitud, el formato, me preocupa poco. Lo paso bien en cualquiera de ellos ya sea largo, corto o serie.
¿Sueles darles cierta libertad a los actores? Si es el caso, ¿cuándo prefieres
dársela y cuándo no?
Toda la libertad. Siempre estoy dispuesto a escuchar sus propuestas. Es su trabajo: interpretar aquello que tú has escrito o pensado. Y me gusta poder trabajarlo con ellos antes de llegar al set de rodaje o al plató. En la mayoría de los casos, actores y actrices, mejoran tu propuesta con creces.
¿Prefieres contratar a una agencia de casting o hacer tú mismo la selección de actores/actrices?
Para mí, habitualmente, es una mezcla de ambas cosas. Muchas veces tienes claro quiénes quieres que encarnen a tus personajes, porque además los has escrito tú y en ese proceso has estado imaginándotelos. También puede pasar que tengas dudas o que la disponibilidad o los intereses de esa persona no cuadren con tu proyecto. O sencillamente no sepas quién puede ser la persona adecuada y en todos esos supuestos el papel de los responsables de
casting es fundamental.
Hablemos de los premios. ¿Es algo que esperas? ¿Consideras que son importantes?
Que es algo con lo que he podido fantasear, por supuesto. Esperártelos, la verdad es que no. En mi caso siempre han sido una sorpresa. Y, sí, son importantes, o por lo menos a mí me hacen mucha ilusión. Tanto si es por reconocimiento del público como de la profesión. ¿Te ayudan? Bueno… te facilitan, quizá, la interlocución para nuevos proyectos, pero nunca son un cheque en blanco. En el cine, lo de ten fama y échate a dormir… me da que no funciona. Cada proyecto nuevo es un examen. De ahí que sea tan complicado poner en marcha una película. Se tienen que dar muchos factores. Y cuando hablo de muchos factores, me quedo corto.
¿Qué resulta más difícil, la comedia o el drama?
Sin lugar a dudas la comedia. No es ningún secreto: es bastante más difícil lograr hacer reír a la gente que conseguir que llore. Y es paradójico porque encima se sigue valorando más el drama que la comedia. No hay más que ver lo poco que se premia la comedia. Sin embargo, si tienes una buena desgracia que contar, arrasas. Y lo que me resulta más injusto de todo esto es que, en la vida real, los dramas solo se superan cuando consigues poder reírte de ellos.
El humor es ese mecanismo evolutivo, intelectual y preciso que nos permite a los seres humanos poder seguir adelante: superar cada uno de nuestros dramas. El primer acto de comedia sería involuntario: ese instante en el que como homínidos decidimos bajar del
árbol, uno de nosotros se cae y el resto se ríe.
El primer acto de comedia sería involuntario: ese instante en el que como homínidos decidimos bajar del árbol, uno de nosotros se cae y el resto se ríe.
Juan Cruz Benavente
¿Cómo te ha afectado la pandemia? ¿Tenías algún proyecto en marcha?
Mi rutina laboral, desde hace muchos años ya, es lo que ahora se conoce como “teletrabajar”. Así que en esos términos noté poca cosa. Sí que eché de menos lo que todo el mundo: poder moverte de casa cuando lo necesitas, no sólo para comprar el pan sino para hacer un reset: dar un paseo o poder socializar.
En términos profesionales ha sido una época muy fecunda, con muchos proyectos. Seguramente relacionados con ese vértigo que expresaron plataformas y cadenas, que estaban viendo cómo el consumo de contenidos se disparaba, se quedaban sin munición y tampoco podían producir en ese principio de la pandemia.
En cualquier caso, he tenido mucha suerte y por mis manos han pasado proyectos muy interesantes, que luego habrá que ver si ven la luz o no, porque en este negocio de cada veinte proyectos, quizá uno tira para adelante. La ratio es bajísima. Aunque también es cierto que las historias no se acaban tirando, siempre se encuentra la forma, o llega su momento, para que de alguna manera lleguen al público. En esta profesión se aprovecha todo.
Es cierto que las historias no se acaban tirando, siempre se encuentra la forma, o llega su momento, para que de alguna manera lleguen al público. En esta profesión se aprovecha todo.
Juan Cruz Benavente
De entre todos los programas de televisión en los que has participado, de un
modo u otro, ¿cuál te gustaría rescatar?
Lo cierto es que no soy nada nostálgico, y además la televisión, salvo excepciones, tiene un componente efímero que casi no permite la reemisión. Aunque sí reconozco que tengo mucha curiosidad por saber cómo ha tratado el tiempo a “La última noche”. A ver si hay suerte y un día Mediaset lo rescata y lo cuelga en su web. Aunque lo dudo. Igual grabaron encima de los másteres y ya no queda nada (jaja).
Entrevista realizada por Carmen Nikol.
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