Entrevista a Lorenzo Beteta | Actor y Director de Doblaje

 

Lorenzo Beteta

Actor y Director de Doblaje

Lorenzo Beteta es una de las voces del doblaje español que nos ha acompañado desde hace más años. Su voz, dicen, es media. Y la gente que no tiene nada que ver con el doblaje no entenderá bien el concepto, pues medir una voz, darle adjetivos, no es tan fácil ni efectivo. Sin embargo, en esta entrevista, vamos a ir revisando éste y otros conceptos muy interesantes que son parte de nuestro día a día… sin saberlo.

Lorenzo ha dado voz a personajes como David DuchovnyOwen WilsonMatthew FoxMatthew BroderickRobert Downey Jr.John CusackMartin FreemanEd Helms o Ron Livingston (entre unas cuantas decenas más) por lo que le hemos escuchado y sentido en multitud de registros, mediante series, cine, videojuegos, televisión… Por poner unos pocos ejemplos, ha trabajado en: Expediente X (Agente Mulder), Perdidos (Jack), House (Dr. Wilson), Harry Potter (Ralph Fiennes), Sexo en Nueva YorkUrgenciasEmbrujadasBuscando a NemoStargate SGCougar TownCalifornicationFlashpoint,… (la lista es inmensa y crece cada día más).

Asimismo, es director y adaptador de doblaje: la saga Star WarsFrozenUpWall-eMonstruos  University, o Zootrópolis (entre otras varias), han contado con él para desarrollar parte de sus mejores trabajos.

Su labor como locutor es igual de importante: BMWCoca ColaL’OrealONCEHyundaiM&Ms o Movistar (entre muchas otras) han usado su voz para transmitirnos su mensaje publicitario.

Desde hace unos años, es el director de la Escuela de Doblaje de Madrid.

Vale la pena, como veis, conocer de primera mano y a fondo qué nos puede contar un profesional de la voz tan impresionante como Lorenzo Beteta.

Lorenzo Beteta, en la Escuela de Doblaje de Madrid. Entrevista realizada por Carmen Nikol en www.entrevisttas.com
Lorenzo Beteta (a la izquierda)

ENTREVISTA A LORENZO BETETA

Lorenzo, ¿cómo te introdujiste en el mundo del doblaje y cuál fue tu primer trabajo importante dentro de él?

Empecé en el año 1982, cuando tenía 15 años y ya llevaba unos cuantos años haciendo teatro, lo que ya era para mí mi gran pasión. En el colegio me metía en todas las actividades de teatro y, a los 13 años, supe de un instituto municipal, de la localidad en la que vivía, en el que se impartían clases de interpretación y… allí que fui. Entre las actividades que se daban, recibí clases de vocalización, dicción y lectura expresiva. Todas eran impartidas por un director de doblaje, Roberto Cuenca, hoy en día casi retirado pero que, en aquel momento, estaba contratado en un estudio. Con él, también hice teatro y él fue el que me enseñó esta parte del mundo de la interpretación.

Llegado un punto, me preguntó si sentía curiosidad por el mundo del doblaje y si quería ir a ver algún doblaje (yo encantado, claro). Estuve muchas semanas, durante las vacaciones del ’82, yendo a ver cómo doblaban los profesionales de aquella época y para mí aquello era fascinante porque las voces que escuchaba eran las que escuchaba en el salón de estar de mi casa y los sentía como si fuesen familiares míos porque los llevaba escuchando desde que tenía uso de razón. Hacia el final de ese mismo verano, el director artístico del estudio me dijo que, después de haber estado tantísimos días allí en el estudio, que igual algo había aprendido y que al día siguiente tenía un personaje de un chaval, para una serie de TVE que se llamaba La luz de los justos, en la que éste intervenía en una escena y que me iba a llamar para que probase. Imagínate los nervios que yo tenía de saber que me iba a poner a doblar sin haberme puesto delante de un atril (solo lo había visto hacer). Aquel fue mi primer trabajo y sudé la gota gorda. Después de aquello vinieron otros trabajo. Se habló de mí en el estudio, ese director habló con otros y, para los personajes de otros adolescentes, me fueron dando la oportunidad de trabajar.

¿El primer trabajo importante? Todos lo han sido pero creo que justamente ése, el de mi primer doblaje, fue el más importante porque me abrió la puerta a un mundo para mí apasionante ya entonces y que sigue siendo mi pasión y mi vida hasta hoy.

Aprovechando que tu trayectoria es de largo recorrido, repasemos un poco cuáles son las diferencias más notables a lo largo de estos años, si te parece bien.

Son diferencias abismales. El desarrollo de la tecnología digital ha acelerado el proceso muchísimo. En la época en la que yo empezaba, se grababa en 35mm o en 16mm. No existía el vídeo todavía. Se podía tardar del orden de 4 ó 5 veces más de lo que se tarda ahora.

Hasta hace unos tres o cuatro años, doblábamos las escenas en sala todos los actores juntos (a excepción de que alguno no pudiese, por alguna cuestión de producción). Era casi como un ensayito de teatrillo. Y eso era mágico porque el feedback que te daba el resto de actores en sus preguntas y en las réplicas influía en la interpretación, en la manera de contestar, en la manera de decir las cosas. Eso, hoy día, ya no existe. Y con la pandemia… menos. Ahora, cada actor graba en una pista aparte, él o ella solos, con el director y con el técnico y es un poco más frío. Te tienes que acostumbrar. Y, sí: al final te acostumbras. Pero yo prefiero lo que se hacía antes.

¿Ha habido épocas flacas o el volumen de trabajo ha ido siempre en aumento?

Sí que ha habido épocas flacas, pero… es que este noviembre va hacer 39 años de aquel primer doblaje. Ha habido momentos malos… claro que los ha habido.

Durante los primeros años yo hacía pocos trabajos porque el doblaje es una carrera de fondo (no de velocidad) y no es que desde el primer día tengas un trabajo ya asegurado. En mi caso, fue poco a poco hasta que llegó un momento en que me estabilicé como actor. Luego sí llegó un momento en que bajó mucho el trabajo, por distintas razones: porque se doblaba más en otras autonomías y menos en Madrid o porque yo no estaba en algunas series con un personaje fijo (me sonaba poco el teléfono) y luego tuvimos épocas con huelgas en nuestra profesión y éstas, generalmente, han sido largas (de 3 meses, una; de 2, otra…) y ahí no teníamos mucho medio de subsistencia.

El doblaje es una carrera de fondo (no de velocidad) y no es que desde el primer día tengas un trabajo ya asegurado.

Lorenzo Beteta

En este trabajo tienes que ser más bien ardilla y guardar lo que ganas en las rachas buenas: eso hace que no te creas el rey del mundo ni que vas a tener el mismo nivel de ingresos de todos los años. Hay que guardar, hay que ahorrar porque siempre vienen épocas malas y en esos momentos es cuando te acuerdas de haber ahorrado y de haber tenido sentido común para no creer que todo el monte es orégano. Así hemos ido tirando todos estos años. Es cierto que ahora ya tengo un nivel más o menos estable de trabajo, pero realmente he vivido momentos en mi vida en los que ha sido complicado aguantar.

¿Se puede definir una voz? ¿Por qué la tuya aparece, en tu ficha, como “media”?

Bueno… de alguna manera se tienen que definir. La mía ahora se definiría como media-madura y esto hace referencia a si es un tipo de voz joven o muy mayor o “media-madura”. Estamos hablando de una voz que no es ni muy madura ni muy grave, ni muy joven ni muy mayor y que puede hacer un tipo de papeles con un arco bastante amplio en el que tu voz puede jugar en personajes tan dispares como galanes o como una langosta loca (la que doblé en Bichos).

Esa definición de voz media… yo diría que voy más ya hacia una voz madura.

Pixar suele contar contigo para doblar personajes de animación. ¿Es diferente doblar este tipo de personaje respecto a los que interpretan actores de carne y hueso?

La diferencia fundamental entre doblar personajes de carne y hueso y doblar personajes de animación es que, generalmente, los dibujos en 3D de los personajes de animación suelen tener una gestualidad un poco más exagerada: el énfasis que les suelen dar a las frases, las inflexiones… suelen ser más exageradas. En ese sentido sí que es un poco distinto, así como también lo es que las bocas de los personajes de animación están animadas más al milímetro. En los personajes de carne y hueso tienes más cancha. Para mí, es un poco menos complicado doblar actores de reales que doblar personajes de películas de animación.

En tus inicios, ¿aprendías del director de doblaje, de los compañeros, de los personajes, mediante una escuela…? ¿Sigues aprendiendo al ejercer de profesional veterano? Y como profesor ¿aprendes algo nuevo?

Lorenzo Beteta es la voz del Agente Mulder (en todas sus versiones)
Lorenzo Beteta es la voz del Agente Mulder (en todas sus versiones)

Yo aprendo (y quiero seguir aprendiendo) desde el primer día en que entré en esta profesión.

De hecho, lo más básico de esta profesión lo aprendí fuera de ella, como actor: durante años hice teatro, durante años estudié interpretación y ésa… esa es la base de cualquier actor (sea de doblaje, de imagen, de teatro… o de lo que sea). Al final, son formas distintas de ejercer la misma profesión. En una escuela de interpretación y encima de un teatro, enfrentándote al público, es donde he aprendido la esencia, lo más importante de mi profesión.

Lo más básico de esta profesión lo aprendí fuera de ella, como actor.

Lorenzo Beteta

Obviamente, del doblaje, he aprendido de todo, he sido una esponja siempre: viendo cómo trabajaba el director, qué indicaciones daba, cómo lo hacían mis compañeros, intentando aprender sus truquitos, intentando ver de qué manera se enfrentaban a distintos personajes… Yo nunca fui a una escuela de doblaje porque, entre otras cuestiones, cuando yo empecé no existían. Fue un proceso que empezó desde fuera y fue creciendo a través de la experiencia que me empapaban los actores y los directores de doblaje con los que compartía sala de grabación.

Y ahora… ¡por supuesto que sigo aprendiendo! Y de personas que llevan poco tiempo, incluso. Yo creo que en la interpretación aprendes todos los días porque todos los días hay cosas, hay personas, hay situaciones nuevas que te describen cómo enfrentarte a otras situaciones con las que quizá te encuentres en otra película. Poner todo eso dentro de tu mochila de experiencias te sirve para utilizarlas y reproducir eso que has aprendido en tus propios personajes.

Y, de mis alumnos, también aprendo mucho. Como actores/actrices hacen cosas que me sorprenden y que me parece que son verdaderas maravillas. Otra cosa que me viene muy bien de ellos, que me sirve muchísimo de ellos, es sentir la pasión del que está empezando, algo que no quiero que se me olvide. Después de tantos años en esta profesión, no quiero que se me olviden mis inicios ni esa pasión que sigo manteniendo pero que, evidentemente, se ha ido desarrollando. Así que ese acercamiento al actor que empieza, que está aprendiendo, esa inocencia,… ¡esa pasión! Me sirven de combustible para seguir manteniendo esas ganas de seguir trabajando todos los días.

Ese acercamiento al actor que empieza, que está aprendiendo, esa inocencia,… ¡esa pasión! Me sirven de combustible para seguir manteniendo esas ganas de seguir trabajando todos los días.

Lorenzo Beteta

¿Por qué se necesita un director de doblaje? ¿En qué es fundamental dentro del proceso?

Sí, es fundamental por varias razones: por una parte porque, primeramente, se encarga de la adaptación de diálogos para que una buena traducción, además, pueda tener la medida para encajar las mismas sílabas y tenga las mismas labiales y los mismos sitios que el idioma original; y, por otra parte, el director de doblaje es el que se conoce la obra (es el que ha visto la película o la serie y conoce el personaje, sus antecedentes, con quién habla, por qué motivos…). Toda esa información te la da él/ella y es quien va componiendo el puzle de los distintos personajes y el que te va explicando por dónde debes ir para interpretar tu personaje. Es decir, un director de doblaje tiene una visión general de toda la obra y tú solo la tienes sobre tu personaje. Por lo cual… sí, sí: es fundamental.

Entonces, los de doblaje no hacéis lectura previas de las escenas, conjuntamente ¿no?

En doblaje no hacemos lectura previas de las escenas, ni conjunta ni individualmente, no. Nosotros, cuando llegamos al estudio de grabación donde se nos ha convocado para doblar un personaje, el director (justamente) nos da la explicación sobre el personaje, sobre el trabajo que estamos haciendo. Y luego tenemos la información de los demás personajes que participan en las partes que vamos doblando. Pero no vemos previamente nuestro personaje ni la película o capítulo de la serie. Estaría muy bien que fuera así pero… no, no lo es.

¿Qué caracteriza a un actor de doblaje frente a uno que no se dedique a doblar?

En principio, no debería de haber ninguna diferencia entre unos actores y otros, solo su especialización. En todo caso, tienes que ser actor y contar con las herramientas interpretativas necesarias para poder enfrentarte a un personaje. Pero, sí es cierto que un actor de doblaje domina una técnica que es la necesaria para saber sincronizar y llevar el mismo ritmo que el actor al que doblas.

Hay una característica que es diferenciadora: un actor en teatro, en cine o en televisión crea un personaje desde cero; el actor de doblaje lo que hace es recrear un trabajo que ya ha sido hecho previamente. Pero se ha de saber interpretar en ambos casos, tanto para crear como para recrear un personaje.

La plataformas de streaming (de series y cine), los videojuegos, los spots publicitarios… siempre necesitan voces. Pero, parece común que se repitan. ¿Es un mundo endogámico? ¿Se podría decir que las voces se ponen de moda o tiene que ver con cuestiones prácticas que no percibimos los consumidores? ¿Es positivo o negativo estar en boga?

Creo que no es un mundo endogámico. No más o menos que cualquier otro sector profesional. Creo que es una profesión en la que se necesita una especialización que no es fácil, no es sencilla. Esto hace que la incorporación de nuevos talentos, de nuevas voces, no sea rapidísima. Pero, constantemente, la profesión de doblaje va adquiriendo nuevas voces, van entrando nuevos y nuevas profesionales.

Sí ocurre que hay voces que, quizá porque han sido menos oídas, todos los directores quieren tenerlas en sus repartos.

Yo creo que estar en boga no es positivo ni negativo. Es positivo para uno mismo en el sentido de tener una buena racha de trabajo y estás ahí en el candelero (como se suele decir). Pero, por otro lado, estar en boga tiene una cosa mala y es que, al final, se quema mucho tu voz (en el sentido de que todo lo bueno de que quieras que te escuchen mucho y estar tanto en todos los repartos, al cabo de un tiempo, se convierte en que nadie quiere contar contigo porque estás demasiado oído).

Lo mejor es tener un volumen de trabajo discretamente bueno y no ponerse de moda porque, al final, se puede poner en tu contra.

Lo mejor es tener un volumen de trabajo discretamente bueno y no ponerse de moda porque, al final, se puede poner en tu contra.

Lorenzo Beteta

También han existido y existen sagas de profesionales de la voz. ¿Por qué crees que ocurre esta situación en el mundo del doblaje?

No creo que haya muchas sagas familiares en esta profesión (no más que en otras), pero es cierto que cuando tu padre o tu madre trabajan en cualquier profesión, al tenerlo muy cercano, hace que de alguna manera, si te gusta, tengas un acceso más facilitado. Ocurre con sagas de médicos o de cantantes que, claro, evidentemente acceden a esa profesión o aprenden los secretos y las formas de esa profesión (la que sea) más fácilmente porque sus padres están en ella. Pero, en una profesión como la nuestra, habrá como 4 ó 5 sagas familiares, hijos que han heredado la profesión de sus padres. Tampoco mucho más.

¿Qué ofrecen las voces nuevas? ¿Aumenta la competencia a partir de las nuevas opciones de profesionalización?

Ofrecen frescura y una forma nueva de hacer las cosas, así como que haya un catálogo mucho más amplio de voces para poder seleccionar. Y, evidentemente, se aumenta la competencia lo que obliga a que quienes quieran seguir en el nivel de trabajo en el que están, se lo tengan que ganar. Porque no es como pueda ocurrir en otras profesiones en las que se pueda contar con un contrato fijo. Aquí, como cada convocatoria, cada grabación, es un examen, si tienes alrededor actores/actrices que lo hacen muy bien… o te pones las pilas o acabarán prefiriéndoles antes que a ti. La competencia, en ese sentido, es buena para todos.

La voz del actor/actriz de doblaje ¿exige de la interpretación física también?

Un actor de doblaje tiene que tener muy limitada la capacidad de interpretación física, en la sala de grabación, por dos razones fundamentales: una porque el movimiento implica ruido y éste implica que una toma no sirva (si hay ruidos que no forman parte del doblaje); por otro lado, la otra razón es que tú trabajas frente a un micro y, si te mueves, si hay mucho movimiento de tu cuerpo o te alejas, mueves la cabeza o tu cuerpo se mueve hacia otro lugar de la sala de grabación… pues te pasa lo que llamamos salirse de eje (del micrófono) y va a sonar a sala, por lo que no va a ser una grabación limpia y no va a servir.

No podemos estar como si fuéramos estatuas porque la interpretación requiere de cierto trabajo corporal, pero tiene que estar muy limitado y muy controlado.

Madrid y Barcelona son las áreas en las que más se reconoce que hay estudios de doblaje. ¿Puede vivir un profesional de vuestro sector lejos de esas dos ciudades? ¿O la inmediatez rige ciertos modos de vida?

Es cierto que Madrid y Barcelona son las zonas en las que la industria del doblaje está más implantada. Pero, también en España se dobla en otros lugares, aunque no con tanto volumen. Hay doblaje en Andalucía (en Sevilla), en Valencia, en Galicia y en el País Vasco.

Si te quieres dedicar al doblaje y vives en una ciudad o área en la que no hay estudios de doblaje, te resultará muy complicado. Si vives en Ávila o en Cádiz, etc. tienes que desplazarte porque los centros de trabajo, las empresas de doblaje, los clientes (las majors de cine o las cadenas de televisión) están en Madrid y en Barcelona y esa inmediatez, el tenerte cerca para contar contigo de hoy para mañana o de esta mañana para esta tarde, es fundamental porque es una industria en la que, cada vez más, la inmediatez juega un papel importante.

¿Formáis equipos, habitualmente, o es más frecuente ir cambiando de estudios y de compañero/as? ¿En qué ayuda trabajar en equipo en vuestra profesión?

En nuestra profesión no se forman equipos. Es un trabajo que depende de muchos factores. Yo, realmente, trabajo para distintos estudios en Madrid. Hay épocas en las que trabajo más en unos estudios y épocas en las que en otros. Y me pasa lo mismo con los directores.

La situación en la que sí me he visto trabajando en equipo ha sido en las épocas en las que he dirigido productos de Disney o de Lucas Films o de Pixar. Cuando te encargas de un producto de estas características (tipo la trilogía de Star Wars o una película tipo Frozen), en esos casos sí se forman equipos de trabajo para coordinar toda la labor, que es enorme, porque son películas muy gordas y requieren de mucho trabajo.

¿Qué demanda y qué ofrecen los diferentes miembros de un estudio de doblaje (director, técnicos…)?

 Lorenzo Beteta es la voz de Alan Wake
Lorenzo Beteta es la voz de Alan Wake

En un estudio de doblaje hay distintas labores, distintos participantes y, si bien distintos, son complementarios entre sí. Aunque estos trabajadores no formen parte de la plantilla de los estudios, la labor de cada uno es importantísima. Por ejemplo, la labor del traductor es importantísima, por razones obvias de su profesión, y no tiene nada que ver con los técnicos de sonido (que son especialistas en lo suyo, en la grabación, edición y mezcla) pero no es fijo. Los directores y los actores tampoco lo somos.

Cada uno aporta experiencia y conocimiento en cada fase de este trabajo que es absolutamente distinta a las fases siguientes. El trabajo de doblaje empieza con la traducción, continúa con la adaptación de diálogos, sigue con la grabación (con el director y los actores, así como con el técnico que la ejecuta) luego viene la mezcla… Todo eso coordinado con un equipo de producción. Evidentemente, cada uno tenemos nuestra responsabilidad y somos absolutamente complementarios. Si falla una de las partes, las demás… lo sufren. Y todas son igual de importantes.

Os regís por unas tarifas estandarizadas que se pueden modificar de mutuo acuerdo, pero… ¿se puede vivir del mundo del doblaje?

Efectivamente, nos regimos por unas tarifas que están reguladas por un convenio colectivo. En el caso de Madrid, tenemos un convenio para toda la comunidad de Madrid (que, por cierto, se acaba de firmar ahora la extensión de ese convenio 5 años más).

¿Se puede vivir? Bueno, yo llevo viviendo estos casi 39 años del doblaje. No me dedico a otra cosa. No es un trabajo con el que te vayas a hacer rico. Con un nivel de trabajo medianamente normal, puedes ir tirando. Pero, como te decía, en el doblaje hay meses en los que vas mejor y otros en los que vas peor. En los que te va mejor tienes que saber tener prensión, tienes que ahorrar porque sabes que vendrán meses más difíciles.

En cuanto a la gente que empieza, pues lo hace con pequeños trabajos y va poco a poco. Seguramente, durante las primeras épocas, tienen que compatibilizar el trabajo de doblaje con otros porque no da para vivir. El doblaje no es un trabajo en el que tengas una nómina mensual con la que sepas que vas a cobrar todos los meses: si te llaman más, ganas más y viceversa.

El doblaje no es un trabajo en el que tengas una nómina mensual con la que sepas que vas a cobrar todos los meses: si te llaman más, ganas más y viceversa.

Lorenzo Beteta

¿Cómo es una jornada de doblaje?

Las jornadas de doblaje, cada día, se dividen en dos jornadas: una que empieza a las ocho de la mañana y termina a las 14:30h y otra jornada que empieza a las 15:30h y termina a las diez de la noche.

Antiguamente, tenías jornadas en las que te llamaban para trabajar en un producto (una película o en una serie) y tenías que estar toda la jornada en ello. Pero, hoy día, como los trabajos se hacen en doble banda, tú vas y haces tu trabajo y, a veces, se puede maximizar el tiempo en el sentido en que puedes pedir arreglos, si la producción lo permite, para que te pongan tu grabación a una hora determinada; el resto del tiempo lo puedes tener libre por si te llamasen para otro trabajo, poder cogerlo.

De normal, llegas al estudio a la hora que estás convocado y esperas (es un poco como ir al dentista). Entras al estudio, el director te explica, empiezas a ensayar y vas grabando tu personaje parte a parte… hasta que lo acabas. Y, cuando lo acabas, te vas y entra el siguiente actor. Si tienes otra grabación, en el mismo estudio o en otro, te diriges a otra sala y dices que ya estás por allí y que, cuando quieran, puedes empezar: de nuevo te explican, ensayas y empiezas a grabar.

¿Por qué pasaste antes de convertirte en director de doblaje? ¿Cómo deciden seleccionar a uno o a otro director? ¿En qué se os suele diferenciar?

Antes de ser director de doblaje, estuve durante años trabajando de actor de doblaje. Eso sí: me fijaba mucho en cómo era la labor del director, en cómo ejercía, cómo llevaba la sala, la producción, el ritmo de trabajo, a qué le daba más importancia o menos,…

Empecé después de una buena temporada revisando esto en el estudio en el que estaba contratado. En una ocasión, pedí hacer una adaptación (que es un trabajo que hacen lo directores de doblaje). La hice lo mejor que supe con la experiencia de haberme podido centrar en cómo lo hacían otros directores. Funcionó y seguí.

Y… ¿cómo se suele diferenciar a un director de otro? Pues la verdad es que hay productos que, generalmente, se les dan mejor a un tipo de directores que a otros. Por ejemplo, hay directores que trabajan con niños y tienen más paciencia; otros que están más especializados en el mundo del Manga o directores que manejan mejor la comedia (a la hora de adaptar los diálogos y elegir un reparto de actores que tengan una mayor vis cómica), etc. Va un poco en función de todo eso y de la seriedad que tengas al hacer tu trabajo, de que cumplas con la jornada diaria de grabación que te han indicado en el estudio… una combinación de todas esas características.

Lorenzo Beteta, actor y director de doblaje
Lorenzo Beteta | Actor y director de doblaje

¿Eres exigente como director? ¿Trabajas, en los doblajes que diriges, también como actor?

La verdad es que sí tengo fama de ser exigente. Pero es que lo que más me gusta es esgrimir al máximo las capacidades del actor o de la actriz con los que estoy trabajando, hacer una buena adaptación de diálogos, intentando ser lo más fiel posible al sentido del diálogo del idioma original y que los actores, los que yo he elegido, se acerquen lo más posible a las características de los personajes que van a doblar. Me gusta mi trabajo cuando consigo eso: esgrimir al máximo tanto de la adaptación que realizo como del trabajo de grabación que hago con los actores. En ese sentido, sí: se podría decir que soy exigente.

La labor que hace el director tiene que ser lo más objetiva posible en cuanto a centrarse en el trabajo del resto de actores que esté grabando y a su labor de dirección por lo que, cuando dirijo, no me gusta darme papeles excesivamente grandes. De vez en cuando, pues puedo darme algún papelito sin demasiado peso. Pero, prefiero estar centrado en una cosa y no repartiendo la concentración en dirigir y actuar.

¿Cuáles son los mayores sacrificios del mundo del doblaje?

Quizá el primero sea que, cuando te quieres dedicar a este mundo, te das cuenta de que es una carrera de fondo, que no es un trabajo en el que, de primeras, vayas a encontrar la profesión de tu vida, que vas a ir poco a poco. En el mundo del doblaje no sabes si te van a ir llamando: al principio, sobre todo, tienes que tener paciencia y capacidad de aguante.

En el mundo del doblaje no sabes si te van a ir llamando: al principio, sobre todo, tienes que tener paciencia y capacidad de aguante.

Lorenzo Beteta

Luego, cuando ya estás instalado como profesional, en este medio, la dirección exige mucho sacrificio: son muchas horas dentro de una sala a oscuras y también el trabajo que haces en casa, en dirección, es un trabajo muy (muy, muy) arduo en el que tienes que ir para atrás y para adelante con cada frase del personaje, para comprobar que todo va a ir bien de boca, cambiar las frases una a una (las traducidas),… Es un trabajo que, muchas veces, hace que no tengas horas en el día para poder hacer tu trabajo. Yo me he acostado, en multitud de ocasiones, a las dos o las tres (o incluso a las cuatro) de la mañana, trabajando con el ordenador para poder tener una adaptación de diálogos. Al final, son muchas horas que le quitas a tu familia y a tu ocio, pues también trabajas durante los fines de semana… Cuando diriges, no tienes horarios. He pasado por temporadas en las que he estado trabajando como actor y como director y adaptador, alargando la jornada hasta dieciséis o dieciocho horas de trabajo. En ese sentido, es un sacrificio bastante grande.

“Cuando diriges, no tienes horarios. He pasado por temporadas en las que he estado trabajando como actor y como director y adaptador, alargando la jornada hasta dieciséis o dieciocho horas de trabajo” Lorenzo Beteta

¿Qué papeles te han supuesto un mayor reto? ¿Es más difícil doblar comedia, tragedia o drama?

Todos los personajes, grandes y pequeños, para mí han supuesto un reto porque todos tienen características distintas a los demás y en todos tienes que buscar algo dentro de ti que, a lo mejor, no has utilizado hasta ese momento, porque a todos les debes dar una personalidad distinta. Es lo bonito de este trabajo: que tienes que considerar que cada uno de ellos es un reto y te encuentras con personajes que suponen un reto mayor o bien porque son muy físicos o porque haya mucha acción (y respiran mucho),… Y todo eso lo tienes que destacar cuando estás grabando. Ha habido muchas ocasiones en las que he acabado con tortícolis o con agujetas por la tensión física que me ha supuesto el trabajo de interpretar a un personaje en concreto.

Ha habido muchas ocasiones en las que he acabado con tortícolis o con agujetas por la tensión física que me ha supuesto el trabajo de interpretar a un personaje en concreto.

Lorenzo Beteta

No sabría decirte que es más difícil. Quizá sea más compleja la comedia (siempre se ha dicho que hacer reír es más difícil que hacer llorar) porque la comedia tiene un componente de naturalidad, de gracejo, de diversión en tu forma de decir que te implica un componente de energía, de fuerza, de estar allí arriba todo el tiempo. Para mí, la tragedia o el drama no te exigen de esa manera. Es una opinión personal, claro. Seguro que habrá actores que prefieren el drama a la comedia, pero para mí siempre ha sido más complejo trabajar en un producto de comedia.

¿Habéis tenido alguna vez algún ataque de risa o de llanto? La pasión que debe caracterizaros… ¿os conmueve y conduce a parones?

Sí, sí… ha habido muchos momentos en los que, en la sala, hemos tenido que parar una grabación porque nos había dado un ataque de risa y era imposible seguir adelante: hemos tenido que parar un rato, pensar en otra cosa y volver porque, sino, no había manera de continuar. Es habitual, cuando estás trabajando en una comedia, que te encuentres con situaciones muy divertidas y en las que, de repente, te dé el ataque y… es que no hay manera.

Y pasa, en ocasiones, en los que el sentimiento te obliga a parar porque la voz no te sale (porque se caía la lágrima o se te entrecortaba la voz y no valía la grabación). Es cierto que, en este sentido, cuando te llega la emoción, hay que saber dominarla, tener la voz domesticada manteniendo esa emoción dentro de ti y conjugándola con la experiencia para así transmitir las emociones que tienes transmitir sin dejarte llevar, por ello, hasta el punto en que no valga una grabación. Pero, no es tan sencillo… en ocasiones no puedes frenar esa emoción y eso te obliga a parar la grabación.

En ocasiones no puedes frenar esa emoción y eso te obliga a parar la grabación.

Lorenzo Beteta

¿Qué es lo imprescindible en un actor de doblaje?

Lo imprescindible en un actor de doblaje es primero ser actor, segundo ser actor y tercero ser actor. Eso es lo fundamental. Tienes que ser actor y dominar el trabajo con las emociones. Tienes que haber trabajado previamente, haber estudiado, haber probado lo que es envolverte en otra piel, meterte en varios personajes, saber cómo asimilar en ti características de otras personas… En definitiva, eso: ser actor.

Luego, el doblaje tiene una técnica que no es sencilla pero que se va aprendiendo. Es como aprender a conducir: al principio es bastante complicado porque tienes que tener en cuenta muchos factores a la vez pero, poco a poco, esos factores se van automatizando y gracias a ello acabas controlándolos, de manera que no tienes que estar pensando. Es lo mismo que ocurre cuando aprendes a conducir, con el coche o con la bici: llega un momento en el que ya no tienes que pensar en todo y disfrutas del paisaje. Con el doblaje, cuando automatizas la técnica, te centras casi en exclusiva en la interpretación y disfrutas de esa parte (que es, ya te digo, la más importante).

Para mí, un actor de doblaje tiene que tener un 80% de actor y un 20% de técnica.

Para mí, un actor de doblaje tiene que tener un 80% de actor y un 20% de técnica.

Lorenzo Beteta

¿Cómo se hace un casting de doblaje?

El casting de doblaje se hace siempre más o menos igual: te convocan en el estudio donde se va a hacer porque el director te ha propuesto en una terna de, normalmente, tres o cuatro actores para un mismo papel (los que considera que están dentro del personaje que hay que doblar); y, cuando llegas al estudio, no sabes lo que vas a hacer. Vas a la sala y el director te cuenta cómo es el producto en el que vas a trabajar, te cuenta también lo que sabe del personaje (teniendo en cuenta que, cuando vas a un casting, el director no tiene todavía demasiada información, solo la que le ha dado el cliente sobre el personaje) y, en base a lo que te ha contado el director y en base a cómo son los diálogos que te han aportado para hacer la prueba, te preparas e intentas pegarte, lo máximo posible, al actor de la pantalla, a su cara, a su voz y a la interpretación que escuchas y que ves. Haces la grabación del casting y esperas a que suene el teléfono para que te digan si has sido elegido o si no ha habido suerte. Normalmente, es así siempre.

¿Qué demanda el sector? ¿De qué adolece? ¿Existe algún sindicato? ¿Formáis parte de alguna asociación ligada al sector de la interpretación?

Lorenzo Beteta es la voz de Joel (En The Last of Us)
Lorenzo Beteta es la voz de Joel (En The Last of Us)

El sector de doblaje demanda, sobre todo en los últimos años (quizá en los últimos diez-quince años), voces de niños, de adolescentes y voces de actores y actrices hasta los 25 años porque, tanto las películas como las series, están cargadísimas de personajes de esas características. Para esos rangos de edad hay más trabajo (más que para actores mayores). Esa sería la respuesta sobre lo que adolece nuestro sector.

Hoy día, en España, se perjudica bastante el trabajo de los actores y actrices que están jubilados. Quizá les gustaría seguir trabajando y no pueden porque, cobrando ya la pensión, se les penaliza mucho desde la Seguridad Social (que les quita bastante dinero y no les compensa). Llevamos muchos años pidiendo que eso se solucione para que los que vivan esa situación y tengan un buen estado físico y mental, puedan seguir trabajando sin que se les penalice. Pero, bueno: vivimos en España y eso es algo que todavía no se ha conseguido solucionar.

Nosotros sí tenemos un sindicato. En Madrid hay un par de sindicatos pero el mayoritario (te estoy hablando del 90% de los actores de doblaje) están sindicados en ADOMA que es el que, entre comillas, se pega con las empresas para intentar conseguir la mejora de condiciones laborales y económicas. Es un sindicato que lleva muchísimos años trabajando y es con el que hemos conseguido firmar con los empresarios varios convenios de los cuales el último se acaba de firmar muy recientemente. Es la asociación ligada al sector con la que contamos para defender nuestros intereses. ADOMA significa Actores de Doblaje de Madrid y es, ya te digo, un sindicato exclusivamente dedicado a la defensa de los actores de doblaje (no tiene nada que ver con los actores de imagen o con los de teatro).

En su momento, estuvimos ligados a la Unión de Actores, que es el sindicato de actores de España. Pero (y esto ya es una opinión personal, aunque podría decir que es la de muchísimos de mis compañeros/as), desde la Unión de Actores nunca se llegó a defender como se debería la labor del actor de doblaje, nuestros derechos. ¿Por qué? Pues porque, en España, desde hace muchos años, hay una especie de polémica (y creo que la conoces) sobre los actores de doblaje que parece que es que somos el mal del cine español. Y, en cierto modo, aunque cada vez es menos, sigue habiendo una especie de rechazo por parte de muchos actores que no hacen doblaje respecto a nosotros, a los que nos dedicamos exclusivamente al doblaje. Quizá esa sea (o fuese en su momento) la razón por la que, mientas estábamos en la unión, no se consiguió la defensa de nuestros intereses como se hubiese debido conseguir.

Existen premios en el mundo del doblaje. Pero, ¿por qué no os premian en los Goya?

Los Premios Irene de Doblaje, que han vivido ya dos ediciones, han sido un homenaje a la profesión y a aquellos que la han dignificado durante su vida. Y no solo premian a actores, también a miembros de todo el colectivo (técnicos, traductores, estudios, etc.).

Nos gustaría que pudieran continuar. Pero también es cierto que, para ello, todas las instituciones que dieron su apoyo entonces deberían implicarse más si queremos que estos premios sean, de verdad, hechos por todos y para todos, y que tengan continuidad en el tiempo. El esfuerzo es muy grande y se necesitará de la colaboración de todos.

En cuanto a por qué Los Goya (y también la Unión de Actores) no cuentan nunca con un premio para el doblaje… es una pregunta que deberían contestar ellos (pero con un poco de lógica, no como hasta ahora). Los Goya argumentan que sólo se premia el cine español. Bien, parte del cine español es el cine de animación que se hace en España y tiene que ser doblado, porque el idioma original con el que esas películas salen al resto del mundo no es el castellano, sino el inglés (por una cuestión de entrada en los mercados internacionales). O sea: sí pertenecemos también al cine español. La verdadera razón deberían explicara ellos.
Como también creo que deberían explicar sus verdaderas razones desde la Unión de Actores, donde dicen que “no se premia a los actores de doblaje porque tenemos nuestro propio sindicato”. Sin embargo, cuando no existía ningún sindicato de actores de doblaje, tampoco se nos proponía para ningún premio (y estuvimos muchos años dentro de la Unión de Actores). Esto creo que desbarata el argumento que dan. Por otra parte, ellos mismos en su página web dicen: Estos premios anuales se caracterizan porque es la propia afiliación a la Unión de Actores y Actrices la que mediante votación eligen a los actores y actrices más destacados durante la temporada en cine, teatro y televisión, independientemente de si éstos son o no miembros del sindicato. De modo que se contradicen ellos mismos.

Ahora te doy mi opinión: creo que, durante años, ciertas figuras del cine han culpado al doblaje de los males del cine español (aunque algunas de ellas han vivido del doblaje y ahora reniegan de él, o callan cuando les ponen un buen fajo de billetes delante para doblar una película norteamericana) y, en el presente, los responsables de esas instituciones no tienen la valentía de reconocer que formamos también parte del sector y que los problemas del cine español están en otra parte.

¿Qué ocurre si os resfriáis o tenéis una perdida temporal de la voz en pleno proceso y siendo parte la plantilla de un proyecto de doblaje?

Sí, cuando eso ocurre no te queda otra que llamar al estudio y decirles que no estás en condiciones, que no tienes voz. Pero, normalmente, las grabaciones se hacen con tiempo suficiente para que este tipo de situaciones no perjudiquen al producto. Así que, cuando pasan esos cinco o seis días de recuperación, vas al estudio y realizas el trabajo que no has podido hacer anteriormente.

Ha ocurrido, en productos express (grabados un día y emitidos al día siguiente), que el actor protagonista (por ponerte un ejemplo, Luis Porcar en el último capítulo de la serie House) se quedó sin voz. Estábamos grabando un jueves y el capítulo se emitía el viernes por la noche. El estudio decía que tenía que grabarlo de todas todas. Y, claro, no es que Luis no quería… es que no podía. En esa ocasión, se solucionó por parte de la cadena (de cara al público) emitiendo un capítulo atrasado y dejando el estreno del capítulo en cuestión para tres o cuatro días después, cuando ya estaba bien mi compañero y consiguió grabarlo.

¿Hay algún tipo de personaje que desearías que te llegase y que sientes que aún no has tenido la oportunidad de desarrollar?

La verdad es que sí, hay muchos. Pero me doy cuenta, con el largo paso de los años, que voy haciendo personajes que antes no hacía.. Mi voz va cambiando y ahora accedo a personajes a los que no accedía cuando tenía 20 años. Si antes grababa adolescentes y luego galanes de 20 a 25 años, ahora empiezo a grabar a los padres de éstos. Son personajes con otras características, con otro peso, con otra forma de interpretar… Y el hecho de poder ir adaptando mi propia edad, mi propia personalidad y carácter, como individuo, a esos personajes que van siendo más cercanos a los que soy, pues me va haciendo descubrir ese nuevo tipo de personajes que antes no hacía y que también deseaba hacer.

¿Se puede improvisar o debéis ser absolutamente estrictos con el guion?

Normalmente, tenemos que limitarnos al texto, a los diálogos. Pero, de vez en cuando (no mucho) se dan ocasiones en las que sí podemos cambiar algo porque, en sala, se nos ocurren juegos de palabras que tienen más gracia porque, quizá, la traducción literal no tiene la gracia que podría tener y se nos ocurre in situ, aunque no difieran mucho. Pero, nuestra labor es respetar el trabajo que ya está hecho. En todo caso, cuando lo hacemos, no lo hacemos de manera individual sino que contamos con la opinión de más personas y jamás en contra de los intereses del producto. Solo si sirve, claramente, para mejorarlo.

Lorenzo Beteta
Lorenzo Beteta entrevistado en Be Mad

¿Del orden de cuántos ensayos se requieren (o permiten) para fraguar una escena?

Depende. Cuando hay frases más cortas o más diálogos en off, que no están en boca (que no tienes que sincronizar exactamente), o cuando son productos que requieren de muchas prisas y tienes que tirar de mucha habilidad (de horas de vuelo, de sala) porque no te permiten ensayar demasiado, pues podemos estar hablando del orden de dos o tres ensayos. Sin embargo, en otros productos, los que llamamos Triple A (trabajos de cine tipo Pixar o Star Wars), no hay límite de ensayos porque se ha de conseguir llegar al tono perfecto, a la interpretación perfecta… a la toma perfecta. Y pueden ser 20, 30 ensayos. Las veces que necesites.

¿Alguna vez te has equivocado, con tu propio pronóstico sobre un papel que hayas grabado, respecto al éxito o fracaso de audiencia que haya obtenido?

Sobre un papel, no. Pero sí me ha pasado que con una serie, una de las más importantes que he hecho (que es Expediente X), cuando empecé a doblar a Fox Mulder pensé que iba a tener pocos capítulos y que no iba a triunfar. ¡Imagínate si me equivoqué! Acabó siendo una serie icónica y de las más laureadas de los últimos años, de esta época dorada de las series. Al principio, no me gustaba nada. Pero, luego reconozco que me encantó.

¿Hay quien tiene un talento innato en vuestro sector? ¿Ha sido por su tipo de voz o por cómo se ha adaptado a las técnicas de doblaje?

Sí, ha habido personas y las sigue habiendo que tienen ese talento innato, que les ha resultado muy fácil aprender la técnica. Primero, porque son buenos actores y luego porque tienen un sentido del ritmo muy bueno y han conseguido llegar a esa fórmula de traspasar la pantalla. Más que por el tipo de voz, por su capacidad de asimilar bien la sincronización (lo que más se tarda en asimilar, en muchos casos).

Hay bastantes actores/actrices de Hollywood que han puesto voces en papeles de animación. ¿Por qué crees que ellos pueden hacer algo que, en principio, no saben hacer? Siendo un buen intérprete, ¿es fácil ser actor de doblaje?

Es algo bastante distinto a lo que nosotros, aquí, consideramos doblaje. Los actores que han puesto voces a personajes de películas de animación, realmente, allí no han hecho doblaje porque el proceso, cuando se hace una de animación, es al contrario. Allí los actores graban su personaje (cada frase una infinidad de veces, con distintos tonos e intenciones) pero no sobre una imagen. Primero graban el audio, los diálogos, y, luego, los animadores, posteriormente, animan a los personajes tomando como base lo que se escoge de lo grabado.

Doblaje es lo que hacemos aquí con las películas de animación: tenemos que interpretar nuestro papel, sobre la película recibida y adaptada, poner nuestra voz sobre unos personajes que ya están terminados.

En cuanto a si es fácil ser un buen actor siendo un buen interprete… debería de ser así. Pero la verdad es que no siempre se cumple. Yo recuerdo el caso de uno de los mejores actores de teatro y televisión, sino el mejor, del siglo XX en España, llamado José María Rodero: él intento doblar, incluso doblarse a sí mismo (con un trabajo que ya conocía), y era incapaz. No controlaba ese diferencial que se da entre estar en un plató o en un escenario, creando un personaje (al instante, incluso), y estar en una sala de grabación en la que te riges por algo que ya está hecho: tienes que tener el mismo ritmo, hacer las mismas pausas e inflexiones y hay actores a los que eso les cuesta.

Desde los inicios de la pandemia, incluso ahora que ya llevamos bastante tiempo conviviendo con ella, han aumentado los casos de series en versión original subtitulada. ¿Crees que va seguir creciendo este formato? ¿Cómo os afecta?

El tema del crecimiento de la versión original subtitulada no creo que tenga que ver tanto con la pandemia sino con que, lógicamente, se ofrece el producto en ambas versiones: la versión doblada y la original. Y lo hacen porque hay espectadores que prefieren una opción respecto a la otra.

Es verdad que, en España, antes se ofrecía la versión doblada, exceptuando algún canal o en algunas salas de cine (pocas) que te ofrecían la versión original subtitulada. Pero, depende de la demanda: en el caso de los cines, ha crecido un poco la demanda de la versión original subtitulada, aunque no mucho (la gente sigue prefiriendo la versión doblada). En el caso de la televisión, la tecnología ha ayudado a que, hoy día, simplemente tocando un botón puedas elegir una versión o la otra, lo cual me parece muy bien. Creo que lo bueno es tener ambas opciones y que el público escoja. Afortunadamente, no han dejado atrás la versión doblada y, además, ha aumentado el trabajo porque ha crecido la oferta de cine y de series con el desarrollo de las plataformas.

¿Es igual de difícil adaptar y sincronizar una voz cantada?

La adaptación y el doblaje de una voz cantada son difíciles. Sobre todo, la adaptación de la letra es muy complicada porque tienes una limitación estricta de sílabas acentuadas en la canción que influyen mucho en cómo se canta. Es decir: una canción que, en inglés, tiene un acento en la penúltima sílaba de una palabra te obliga a crear una frase con las mismas sílabas y que el acento caiga ahí en esa palabra. Eso ocurre también donde toque en la anterior palabra, y en la posterior, etc. Tienes que ir frase a frase, estrofa a estrofa para que no cambie en nada la musicalidad ni el sentido que tienen en el idioma original.

En cuanto al actor de doblaje que cante esa canción pues… es un poco más complicado también en el sentido de que no se trata solo de cantar, sino de interpretar un papel mientras se canta. O sea: es una doble disputa.

¿Es costoso convertirse en profesional del doblaje? ¿Hay garantías de trabajar de ello si se aprende en una escuela? ¿Se ha de pasar por una necesariamente?

De nuevo, depende. Hay muchas escuelas de doblaje y hay algunas que cuentan con profesores que son profesionales de doblaje que saben lo que enseñan, que enseñan lo que saben y que reproducen, en las aulas de doblaje, el mismo proceso que luego se da en las salas.

También hay mucho fraude. Hay escuelas que te cobran por un curso unos 3.000 € para dar clases de doblaje online y… esta profesión es imposible aprenderla online. Necesita presencialidad, trabajo interactuando con el profesor y con tus propios compañeros. Eso es vital. Pero, claro… los alumnos que se encuentran con esas escuelas online, sin saberlo, pican y les cuesta mucho dinero porque, al final, es un dinero tirado a la basura.

Hay mucho fraude. Hay escuelas que te cobran por un curso unos 3.000 € para dar clases de doblaje online y… esta profesión es imposible aprenderla online.

Lorenzo Beteta

En cuanto a las garantías que puedes tener trabajo, pues es como si estudias Derecho: ¿tienes garantías de ejercer como abogado? No. ¿Necesitas estudiar Derecho para ejercer como abogado? Sí. Pues, pasa un poco lo mismo. Una vez que estás preparado para trabajar en doblaje, tienes que moverte, conocer gente, entregar demos, hacer pruebas y, poco a poco, ir construyendo tu carrera como profesional. Pero, el hecho de salir de una escuela de doblaje no te garantiza el dedicarte a ello. Tienes que hacerlo, pero no hay garantías, no.

Hoy día, sí tienes que pasar por una escuela para poderte dedicar al #doblaje. Antiguamente, no había escuelas. Ya te he comentado que yo no pasé por una escuela (ni muchos como yo). Era más fácil poderte pasar sentado, como oyente y viendo cómo grababan en una sala, días y días. Veías cómo trabajaban los profesionales y eso enseñaba muchísimo. Eso, hoy en día, es más difícil porque los clientes no quieren que personal ajeno a sus productos pueda ver imágenes o escuchar diálogos que luego puedan colgar en RRSS. Hay mucho cuidado con la confidencialidad y se ponen muchas dificultades para actuar como oyente, con lo cual se debe ir a una escuela y salir muy preparado para tener opciones de poderse dedicar a ello.

Hay mucho cuidado con la confidencialidad y se ponen muchas dificultades para actuar como oyente, con lo cual se debe ir a una escuela y salir muy preparado para tener opciones de poderse dedicar a ello.

Lorenzo Beteta

Las voces infantiles, ¿las graban niños siempre?

Antes las voces infantiles las grababan actrices adultas que colocaban la voz en un registro muy agudo. Hoy día, en la mayoría de los casos, las graban niños/as que han ido a escuela. En mi escuela, tengo a niños y les enseño de otra manera para que tengan incentivos, con juegos, para que no se aburran y no pierdan la concentración, para que sea algo lúdico, no una obligación.

Cada vez más, exigen niños/as los clientes. Hay algunos productos que sí requieren un ritmo rápido y, más de dos días de la semana durante tres horas, los niños no pueden por sus limitaciones. En esos casos, graban actrices jóvenes, mujeres.

Las voces maduras, ¿sufren de la misma dolencia que los actores de imagen o de teatro más maduros? ¿Cuentan con menos personajes o pueden interpretar voces variadas y tienen más oportunidades que los actores de teatro, televisión, etc.?

Sucede un poco como en teatro y televisión, sí. Hay menos personajes de personas mayores que de adolescentes o adultos de una edad media. Los maduros tienen menos oferta. También es cierto que, por una cuestión biológica, hay menos porque se jubilan o porque los vamos perdiendo.

Lorenzo ¿a quién admiras en el sector? ¿Echas a alguien de menos? No te voy a preguntar si sobra alguien en concreto, pero… ¿crees que hay alguien de sobra?

Yo siempre he sentido una enorme admiración por mis mayores: algunos no están ya, pero son ellos los que han sido la fuente de mi aprendizaje, de hacer mi trabajo en el atril. Hay respetar esta profesión y defenderla y ellos me enseñaron que llegaría un punto en el que me tocaría a mí enseñar la profesión así como a enseñar cómo comportarse en ella.

En cuanto a si hay gente que sobra, personalmente creo que la propia profesión va filtrando a los verdaderos profesionales de los que son un “pluf”. Sí creo que sobra gente: la que abusa de ella, la que no quiere esta profesión, la que se vende por medio euro (aun sabiendo que está haciendo una competencia desleal al resto de compañeros). Son individuos que se dedican a esto de una forma muy pirata y que, como en otras partes ocurre, en el doblaje también existen.

Lorenzo Beteta | Profesor de doblaje en la Escuela de Doblaje de Madrid
Lorenzo Beteta | Profesor de doblaje en la Escuela de Doblaje de Madrid

Los doblajes del cine clásico ¿crees que se diferencian mucho de los actuales?

Sí creo que el doblaje clásico es bastante distinto al actual. También porque la forma de interpretar de los años ’50 o ’60 era muy distinta. Hoy día, hay una tendencia mayor a la naturalidad y se tiende menos a darle importancia a que una voz sea más bonita, más colocada; se le da más importancia a decir las cosas de una forma casual, más natural.

Los actores norteamericanos, franceses… lo hacían de aquella manera y los de aquí los doblaban pegándose a esa manera. Hoy doblamos personajes ya más naturales y nosotros también nos pegamos a las nuevas interpretaciones de los originales.

Tenéis un tipo de contrato que os suele obligar en cuestiones de confidencialidad. ¿Cómo afecta en la parte práctica del sector este tipo de condición?

El tema de la confidencialidad afecta en el sentido de que no podemos hablar de los productos que estamos trabajando hasta que se han estrenado. No podemos grabar una imagen, ni una parte del texto… Y, por supuesto, en redes sociales no podemos publicar nada.

Te puedo poner el caso de cuando dirigí la saga de Star Wars donde el nivel de confidencialidad era extremo, hasta el punto en que, en el estudio de grabación, no podíamos hablar de lo que se estaba grabando en la propia sala, no había cartelería indicando que allí se estaba grabando lo que se grababa; por supuesto, no podíamos hablar de nada de lo que estaba pasando en la película ni sobre quien doblaba a quien, etc. Es lógico porque, en un producto de este estilo, se juegan muchísimo dinero y dar una información sobre una trama o un personaje puede afectar negativamente a sus intereses económicos.

Si tuvieses que repetir muy a menudo unos de tus personajes, ¿con cuál te quedarías? ¿Es por la emoción de trabajar con él o porque requiere de menos recursos vocales?

Dentro de los muchos que he hecho, si tuviera que repetir un personaje me quedaría con un personaje que hice en una miniserie, no demasiado conocida, que la hice hace bastantes años (yo creo que fue sobre el año 2005). Era una serie de la #BBC, llamada Jeckill and Hyde en la que interpretaba a Jekill y a Hyde. Doblaba a un actor no demasiado conocido, James Nesbitt, y bueno,… ¡imagínate! Doblaba a dos personalidades extremadamente diferentes y requirió de mí un esfuerzo mental y físico importantes.

Me apasiona dejarme la piel en los personajes que doblo y en este trabajo me lo pasé genial, me divertí muchísimo y la verdad es que no me importaría volver a realizarlo.

¿De qué personaje te sientes más orgulloso?

No hay un personaje en concreto del que me sienta más orgulloso. He intentado dar lo mejor de mí en todos y puedo haberme equivocado a la hora de interpretar alguno de ellos, pero me siento orgulloso de todos porque todos me han aportado mucho, forman parte de mi carrera. No podría quedarme con uno y desechar los demás. Todos han formado el cuerpo del actor de doblaje que soy ahora. Cada uno ha tenido cosas que los demás no han tenido y me han hecho crecer como actor de doblaje y como persona. Me siento orgulloso de la suma de todos.

¿Qué necesita vuestro sector para mejorar?

Creo que nuestro sector, para mejorar, necesitaría de más entendimiento, por parte del cliente, sobre cómo se realiza nuestro trabajo. En muchos casos, el cliente exige que nuestro trabajo se haga lo más rápido posible y nuestro trabajo requiere de un tiempo de creación, de un tiempo de adaptación de diálogos, de un tiempo de trabajar la interpretación… Y la premura por el hecho de querer tener el producto preparado y estrenarlo ayer, si puede ser, mejor que hoy, pues afecta negativamente en él.

Creo, sinceramente, que se debería valorar algo mejor económicamente. El doblaje es un sector que ha perdido, en los últimos 20-25 años, alrededor de un 60% de su poder adquisitivo y eso ha hecho que las condiciones económicas no vayan acorde al trabajo que hacemos. Pero, bueno… sé que eso pasa en muchos sectores de nuestro país y es una queja generalizada, no solo del mundo del doblaje.

El doblaje es un sector que ha perdido, en los últimos 20-25 años, alrededor de un 60% de su poder adquisitivo y eso ha hecho que las condiciones económicas no vayan acorde al trabajo que hacemos.

LORENZO BETETA

Agradeceríamos que el material con el que trabajamos fuera mejor porque, por el tema de la piratería y de la confidencialidad, los materiales que recibimos suelen ser imágenes que tienen muchas marcas de agua, muchas letras, muchos códigos (en algunos casos, muy oscuros o en blanco y negro quemado),… Son imágenes que se entregan así para no que no haya filtraciones de imágenes pero, a nosotros, a la hora de ver la cara de nuestro personaje y ver su boca, para poder pegarnos bien y sincronizar bien los diálogos, nos afecta muy negativamente. Agradeceríamos que esto pudiese cambiar para mejorar la forma de trabajar.

¿A quién te gustaría dedicarle esta entrevista?

Me gustaría dedicarle la entrevista, ya que me lo permites, por un lado a todas las personas que, hoy en día, están aprendiendo y quieren dedicarse al mundo del doblaje. A ellos porque me gustaría que respetaran y quisieran esta profesión tanto como yo lo he hecho (yo ya llevo muchos años y tampoco me quedan tantos para jubilarme). Me gustaría que los/as que se quedan la quisieran y respetaran tanto como mi generación y las anteriores la han amado y la han respetado.

También quiero dedicársela a todos los que perdieron cinco minutos de su tiempo para enseñarme, para darme claves para aprender de esta profesión. En especial, a la persona que me enseñó, al principio, cómo ser un buen profesional y me enseñó los secretos del mundo de la interpretación y el mundo del doblaje que es un actor y director llamado Roberto Cuenca que, hoy día, todavía sigue trabajando, aunque está jubilado (pero sigue haciendo algunos papeles que tenía asignados antes de jubilarse): le tengo muchísimo cariño, para mí fue mi maestro. Le quiero dar las gracias por todo lo que, desinteresadamente, hizo por mí y por muchas otras personas que siguen dedicándose a esta profesión y que tienen mucho que agradecerle.

Carmen Nikol
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